"Tus miradas son como gotas de agua para saciar mi sed de ti".

-Belosnezkha-

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•Jessica•

Este chico me volverá loca, bueno ya lo estoy, pero ¿Cómo no volverse más loca con esta belleza? Sí, Aaron Roberts está como todo un galán de telenovelas, pero es más mujeriego que los perros.

Se preguntaran: ¿Cómo comenzó mis sentimientos hacia Aaron?

Pues tenía 13 años cuando lo vi llegar a la que sería su nueva casa. Desde sus 16 años es un chico muy apuesto y eso fue lo que me atrajo de él a primera vista; su forma de caminar, de hablar, su sonrisa, todo de él para mi era y es interesante.

Con el tiempo mamá y papá se hicieron amigos de su madre; nunca supe que pasó con su papá porque nunca lo vi.

Nunca me acerqué hablarle a Aaron, mis nervios no me lo permitían y él ni siquiera notaba mi existencia. Tres días después que llegó era mi cumpleaños y me di cuenta que él también cumplía años el mismo día, pero diferentes edades. Como nunca me acerqué a él nunca pude felicitarlo, así que desde ese día escribo cartas de felicitaciones para él aunque sé que no las va a ver nunca. También sé que su color favorito es el negro, le gustan las motos, le gusta surfear, es muy inteligente y quiere aparentar el chico malo, mucho piensan eso pero yo no me incluyo, ¿por qué? Porque un día lo vi llorar, el mismo día que nació su hermana y su padre no estaba, fui a visitar a su madre y a la niña, cuando iba de camino a la sala escuché unos sollozos provenientes de la cocina.

— Te prometo que las voy a cuidar — habló Aaron —. Con mi vida.

Me acerqué más y escuché como lloraba, adentre mi cabeza un poco y lo vi, vi como su cuerpo estaba tenso. Quería acercarme pero mis nervios me ganaron y salí de ahí lo más rápido que pude.

Desde ese día supe que detrás de ese chico malo había un corazón bueno, aunque por alguna razón mis padres dicen lo mismo.

El problema aquí es que Aaron no me mira ni para salvar su vida. Bueno, ya eso no están cierto.

He tenido novios pero me dejan al saber que Aaron es el que me gusta realmente.

Cuando te das cuenta de que tal vez, solo tal vez hay una posibilidad de que el chico que tanto te gusta se fije en ti, todo cambia y eso pasará conmigo. Aaron Robert era mi perdición, es mi perdición y será mi perdición favorita...

Trae casi todos los días chicas a su casa, nunca las entra simplemente hace toda sus cochinada a fuera —lo normal— y yo aquí como toda una curiosa.

Estoy parada en la ventana de mi habitación que como dije: "Tiene una perfecta vista para ver el frente de su casa" él está parado mirando a la nada después de haber despedido a su nueva conquista. De pronto se voltea y sonríe cuando me ve a mí y, como una idiota me quedo tiesa.

No me había mirando desde la tarde que estuvo en mi casa.

—¿Haces eso todo los días? —pregunto aún con sonriendo.

—Sí, digo... No.

Su sonrisa pasa hacer una carcajada y yo comienzo a sudar como si me hubiesen tirado un balde lleno de agua.

—Pss, niñita.. ¿Crees qué no lo sé?

—¿De... de qué hablas? —Casi ni me sale el habla. No puedo creer que él este hablando conmigo.

—¡Ay, no te hagas! Sé que tengo muchas acosadoras y tú eres una de ellas, ¿me lo vas a negar? —Sonríe victorioso.

—¡No! Estas loco, yo nunca haría eso.

< Jessica, ya te dije que algún día se daría cuenta> habla mi conciencia.

—Sí claro, claro. ¿Entonces, qué haces todos los días parada en la ventanas y en el jardín? ¿Esperando a que el sol desaparezca?

—Ni tan bueno estás para que haga eso.

—¿No lo estoy? ¿Y por qué que deseas tocar este hermoso cuerpo, que te bese y que..?

¡Joder! ¿Cómo sabe eso?

— ¡Vete a la m****a, estúpido!

Sin más que decir cierro la ventana y voy directo al salón de baile que mi papá mando a diseñar para mí, está justo en la parte trasera de la casa y tiene grandes ventanas de cristal que dan una vista hacia el mismo jardín, pero no me importa porque nadie se va a parar ahí para verme, ¿o sí?

Las horas pasan, pero tengo tanta vergüenza que ni siquiera tengo el valor de mirar por las ventanas a ver si veo a Aaron, o pararme en el Jardín. Pero si tengo algo que hacer y es entrar a su perfil de F******k. Comienzo a ver sus fotos y en una de ellas sin querer le di un like.

—¡Mierda! —exclamo es voz alta.

Lo peor es que aparece en línea.

Cuando tenía 17 años mi mamá me hizo mandarle una solicitud de amistad dizque: "Porque somos vecino y en caso de que no tenga comunicación con ella o con mi padre le hablara a él" y con mucha vergüenza lo hice.

Un mensaje me llega haciendo que tragué saliva al ver quien es.

Mensaje de: Aaron Roberts

Así que les das like a mis fotos, que mala eres acosando, Jackson

Él me esta hablando de nuevo, ¡No puedo creerlo! Bueno en esta situación prefiero que me trague la tierra.

Y ni muerta lo voy hacer. No sé que me pasa, mi cuerpo no quiere reaccionar.

Tanto que esperé esto y ahora parezco una hormiga a la que la quiere aplastar un elefante.

«¡¿Lo vas a dejar en visto?!»

—¡Jessica! —llama mi mamá.

Voy adonde esta ella con una gran sonrisa por haberme salvado de lo que estaba apunto de hacer. Mi mamá me mira con los ojos entrecerrados y con el semblante serio.

—Jessica Jackson, quiero saber por qué no hiciste lo que te pedí.

«Loca, no hiciste nada de lo que te pidió ayer»

—¿De qué hablas, mamá? —Me hago la que no entiende—. ¿Sabes? estás muy bella hoy, ¿te hiciste algo en el pelo?

—Jessica.

—Esta bien, mamá, ya tranquila.

—Quiero que vayas ahora mismo a la tienda.

—¡¿Qué?! Son la 7:30PM.

—Si no fueras tan distraída no hubiese sucedido nada de esto.

La fulminó con la mirada y me seco una lágrima invisible.

Sí, sé que soy dramática. 

Subo a mi habitación y me pongo los tenis y un abrigo, y me miro en el espejo para ver si mi moño está bien, para después ir al garaje, encender mi auto e ir directo a la tienda

...

Tengo todo lo que mi mamá me había pedido que comprara ayer y decidí ir a tomar mis galletas de chocolates, pero mi hermosa distracción me llevo a chocar a un chico con el carrito; aquel chico se voltea con el semblante serio y al verme lo cambia muy rápido por una sonrisa de lado.

Él es un poco más alto que yo, de piel india, ojos café, cabello rizado en un afro y negro y su cuerpo es... normal.

—Lo... lo siento —hablo con nervios.

«Loca, ya deja de ser tan distraída, nos haces pasar vergüenza»

—Está bien, no importa, por una chica tan linda como tú —Me señala—... dejaría que me choques cada vez que te vea.

Sonrío por lo que dijo.

—Me llamo Wellington, ¿y tú?

— Jessica.

—Bonito nombre, Jessica.

—Ya me tengo que ir, Wellington.

—Espero volverte a ver otra vez, chica bonita.

Asiento con una sonrisa.

Pagué todo y salí de la tienda. Esperaba ver a Aaron a fuera de su casa con una chica pero no fue así, ni siquiera la luz de su casa estaban encendidas.

Entré a la casa, tomé las bolsas y las lleve a la cocina para que mamá guarde todo. Subo a mi habitación y veo mi celular con la pantalla encendida por un mensaje que me a llegado; está sobre la cama, se me había olvidado llevármelo. 

Sí, mi distracción.

Tomo el celular y mis nervios se hacen visibles al ver quien es.

Mensaje de: Aaron Roberts.

Sabes que dejar a una persona en visto es de mala educación, ¿verdad?

Mensaje de: Jessica Jackson.

Y tú, pareces que no sabes que afirmar algo que no es cierto es de muy mal agrado.

Mentí, pues claro, me estoy muriendo de la vergüenza, el chico que me ha gustado casi toda mi vida sabe que soy una chica obsesionada por su belleza.

Mensaje de: Aaron Roberts.

Jackson, sé que todo lo que dije es verdad. ¿Así qué sueñas conmigo toda las noches?

¡Joder! ¿Cómo demonios sabe todo eso? 

Mensaje de: Jessica Jackson.

Desearías tú que sueñe contigo, vuelvo y repito, no estás tan bueno.

Mensaje de: Aaron Roberts.

Si fuera así no tuviera tanta chicas a mis pies incluyendo a una tal Jessica, no niegues que mueres por probar mis labios, que tenga mis manos sobre tu piel bronceada. Sigue soñando conmigo, Jackson, que yo haré lo mismo contigo.

¿Qué acaba de pasar aquí? No entiendo ni m****a.