"Rafael"
Hana estaba cediendo, aún no confiaba totalmente, aún no había tomado una decisión, aún tenía miedo, pero estaba cediendo. Logré mantenerla en mi casa por dos noches, pero el viernes se las arregló para escaparse, con la excusa de que estaba cansada y que había prometido pasar el sábado con sus tíos.
Terminé cediendo, el fin de semana siempre era de mucho movimiento en el bar y tenía bastante trabajo, además la semana fue muy cansada con el problema de mi hija. Giovana estaba siendo irritante y Raíssa estaba cansada, vigilando a su hija incesantemente, pero aún no podían salir de Irlanda, el abogado pidió unos días más.
Si no fuera por el problema con Domani ya habría ido hasta allá. Hasta le dije a Raíssa que pusiera a Giovana en un avión de regreso conmigo, pero nos dio miedo de que desapareciera en la conexión y creímos mejor que no viajara sola. La solución era que Raíssa estuviera veinticuatro horas vigilando. No entendía qué había pasado con mi hija, era rebelde, pero