"Rafael"
Me desperté con mi loca hermosa aferrada a mí, sintiendo sus manos en mi cuerpo y su respiración caliente en mi pecho. ¡No había mejor forma de despertar! Y la desperté con besos y vi su sonrisa perfecta abriéndose para mí.
Ella me había dado un regalo valiosísimo la noche anterior y tal vez ni siquiera se daba cuenta. Cuando dije que marcaría mis dedos en su cintura hablé tan impulsivamente y sin pensar que eso podría disparar un gatillo en ella, que casi me detengo para pedir perdón, pero ella no paró, no titubeó, no se asustó y después incluso me pidió cómo quería que la follara. Ah, lo que eso hizo conmigo... me soltó de una vez, me dejó loco de felicidad, porque estaba allí, ¡la prueba de que era mía, de que confiaba en mí, estaba allí!
Y ahora iba a vivir conmigo, otro regalo maravilloso. No podría estar más feliz, ¡quería compartir con el mundo entero que era mía, solo mía!
Cuando llegamos a la sala para el desayuno, ya estaban todos allá, incluso Rubens y Rubia, qu