"Fernando"
Dos días después del baby shower de las chicas Mel despertó sintiendo dolores. Llamé a mi tío de prisa, todavía era muy temprano, pero ya estaba en el hospital, desde que ella fue internada llegaba más temprano al trabajo y a veces dormía ahí mismo.
—Querida, ¡llegó la hora! —Mi tío habló con calma, con una sonrisa tranquilizadora para ella—. Nuestros bebés quieren venir al mundo.
—¿Ya? —Lo miró alarmada—. Rayos, bebés, ¡mamá dijo treinta y dos semanas, no treinta semanas y dos días! —Refunfuñó hacia el vientre.
—¡Va a salir todo bien, abejita! —Le susurré al oído, pero me estaba muriendo de miedo.
—Va a salir, ¿verdad? —Buscó la certeza en mis ojos y me esforcé por darle mi mejor sonrisa.
—¡Va a salir! —Garanticé, pero por dentro pedía que la palabra tuviera el poder de la promesa que hacía.
—Claro que va a salir todo bien, tu médico es el mejor, ¿olvidaste? —Mi tío bromeó con ella y consiguió una risita.
—¡Es verdad! —Sonrió—. Entonces, Álvaro Molina, ¡vamos a saca