"Melissa"
Estaba mirando a Heitor y pensando en cuál sería la mejor forma de contarle que había sido el blanco de otra apuesta de los amigos. Esos hombres vivían apostando, cualquier cosa era razón para que empezaran a apostar quién acertaría. Todavía me acordaba de la noche en que decidieron apostar con los amigos de Levy una cena en nuestra compañía. No tenían límites, aunque esta vez tenía que darle el crédito de la broma a Catarina y Fernando, esos dos eran los peores para armar una travesura.
—Mini Yo, ¿está lista? —Le pregunté a Adele, ya que tuve que dejarle a ella el encargo de terminar el entrenamiento de Luna.
—¡Listísima! Nuestra mariposita está lista para volar sola. —La Mini Yo me sonrió con la confianza de quien había hecho un buen trabajo.
—¡Las voy a llenar de orgullo a las dos! —Luna habló toda animadita.
—¿Qué están tramando ustedes tres? —Heitor miró entre nosotras ya bastante receloso.
—Heitorcito, es triste el dolor del parto, ¡pero necesito despedirme de ti