"Fernando"
Esperaba haber quitado al menos un poco de la preocupación de la cabeza de Melissa, y esperaba que hubiera perdonado mi mentira, pero realmente no quería que perdiera la noche de sueño por una tontería que podía controlar. Estaba cansada y jadeante debajo de mí, con el rostro sonrojado y los ojos cerrados. Su cabello revuelto esparciéndose sobre la cama y nuestros dedos entrelazados. Podría quedarme así para siempre, pero necesitaba cuidarla.
Me retiré de ella con cuidado, sintiendo unas ganas enormes de empezar de nuevo, pero sabía que necesitaba darle un minuto. Gemí, saliendo de ella muy despacio. Se quejó, como si me quisiera ahí por más tiempo. Le di un beso en su rostro y la tomé en brazos, aparté el edredón grueso, la acosté y la tapé.
Después, terminé de quitarme el pantalón, tomé una botella de agua del minibar y regresé a la cama, entregándole la botella abierta. Me acosté a su lado y la jalé hacia mí.
—Creo que hundí demasiado las uñas en ti. —habló bajito.
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