"Donaldo Lancaster"
Hacía mucho tiempo que no me interesaba por nadie y generalmente las mujeres no me impresionaban así. Pero Adele era tan divertida, espontánea y linda que fue imposible no encantarme. La conversación fluía fácil con ella, era una mujer inteligente, de pensamiento rápido y tenía un sentido del humor agudo.
La ironía del asunto es que era una Fontes y yo podría tener problemas con su padre, el mío ciertamente se pondría colérico, pero no me importaba él. Sin embargo, me importaba lo que él podría hacerle a ella y eso me molestó, sería un camino fácil para que él me alcanzara a mí, a Ricardo y al Sr. Fontes al mismo tiempo. Necesitaba mantenerla lejos de sus ojos y oídos.
—Bueno, queridos míos, necesito irme. —Adele se levantó y me di cuenta de que ya era bastante tarde.
—Te voy a llevar a casa, Del. —Ricardo se levantó.
—Rick, no seas protector. Voy a llamar un taxi. —Se quejó.
—Está tarde, Del. —Rick se quejó y yo me atreví.
—Mira, Del, podemos ir juntos en ta