"Patricio"
Cintia afirmó con tanta seguridad que fue Manu quien había autorizado la entrada de Guilherme, que si todos ahí no conocieran muy bien a Manu la duda habría flotado sobre ella, pero era imposible que Manu hiciera algo así. Y Manu no se la dejó pasar.
—¡Es Sra. Manuela para usted, señorita mentirosa! —respondió Manu con voz firme—. Nunca autoricé esa entrada.
—Sra. Manuela, es mejor decir la verdad. Solo liberé la entrada del Sr. Pontes porque usted autorizó. —Cintia miraba de forma incisiva a Manu.
—¡Pero qué desfachatez! —replicó Manu—. ¡Nunca autoricé esa entrada!
—Pues yo digo que autorizó. Patricio, me conoces, sabes que estoy aquí hace más de un año y hago mi trabajo correctamente... —Cintia me tocó nuevamente el hombro y trató de buscar mi apoyo. Lisandra me miraba con ojos iracundos y entonces se levantó.
—Vea bien, señorita, primero que para usted es Sr. Guzmán y no Patricio. Segundo que Manuela jamás liberaría la entrada de ese hombre. Y tercero, ¡si vuelve a