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El momento que todo se volvió raro.

ANTONELA MONETTE

No entendía estos mensajes de Euforia, me estaban poniendo nerviosa, me decía que debía estar debajo de un edifico de la calle Santa Ana, quedaba a cinco cuadras de la universidad, era el tercer favor que le había pedido que me cobraba, esta era como un favor por favor, le pedía algo y él me lo daba a cambio de cualquier cosa que me dijera que hiciera.

Esta era la cosa que me dijo que hiciera, estar parada a esta hora frente a este edificio bajo una luz poco nítida, la calle estaba sola y hacía mucho frio. Entrecerré los ojos al ver un auto acercarse, y estacionarse frente al edificio, de él se bajó alguien conocido pero no lograba saber de dónde…

Cuando se volteó reconocí su rostro.

Era el decano Wesley.

Se suponía que nuestra pequeña aventura había sido para moviera sus influencias y me aceptaran en el proyecto integral de derec