Lilly Bradley
Acaricié suavemente la mano de Jackson que rodeó mi cintura por detrás, pude escuchar su respiración estable y arrullante, pero seguí inquieta. Él realmente estaba pasándola mal, pero se estaba conteniendo para no preocupar a los de su alrededor. Con cuidado, retiré su mano, retiré la sábana que nos cubría, para luego levantarme sin hacer mucho movimiento, no quería despertarlo. Al ver que siguió durmiendo, tomé mi bata y descalza, salí de la habitación. En lo que bajé las escaleras, decidí tomarme un vaso de agua fría, ¿Por qué estás tan inquieta, Bradley? El lugar era hermoso, muy minimalista. Todo estaba perfecto y acomodado en su