Lilly Bradley
Desperté pensando en Jackson y en ese momento, me negué a seguir con ese tema. Era mi imaginación y solo eso. Era sábado por la mañana y era mi primer fin de semana desde que entré a trabajar. Escuché una discusión a lo lejos, era Leah y mi madre, tiré de la cobija que tenía encima, puse mis pantuflas y salí de mi habitación, y ahí estaban las dos.
—No es que no esté cómoda…—Leah se defendió, estaba sentada en el comedor con un periódico en mano y su plato de panqueques a medio devorar, mi madre estaba en la cocina con su mandil puesto y con la espátula en mano señalando a mi hermana.
— ¿Entonces? Es un país muy distinto a Inglaterra, no puedes simplemente buscar e irte.
—Madre, no hagas eso, ¿Por qué me haces sentir mal?