CAPÍTULO 80. De la desesperación a la resolución
CAPÍTULO 80. De la desesperación a la resolución
Se escuchó un clic seco, metálico, como un aviso fatal. Pamela giró con rapidez, todavía con el arma en la mano, pero no fue lo suficientemente rápida. Una ráfaga de disparos la golpeó de lleno en el pecho, y su cuerpo se sacudió como una marioneta sin hilos antes de desplomarse sobre el suelo de madera con un grito sordo.
Jackson se lanzó de inmediato sobre la cuna para cubrir a Joy con su cuerpo. El instinto paternal siemrpe era más fuerte que el miedo, e incluso que la necesidad de proteger a su propio padre. Joy siempre estaba primero, joy estabpor encima de todos.
Mientras tanto, Ivan, con el rostro tenso y sin un atisbo de duda, le seguía disparando a Pamela. No una, ni dos, sino varias veces más, sin importarle que estuviera ya en el suelo retorciendose de dolor, simplemente parecía querer reconfirmarle por qué una serpiente arrastrada como ella debía quedarse en el piso.
Las balas no eran letales, pero sí de goma dura, disparada