"Samantha"

Me desperté sintiéndome mal, pero no me dejé vencer. Necesitaba ser más fuerte que la tristeza que sentía. Me di una ducha larga, me preparé y, mientras tomaba café, encendí el móvil.

Pensé que lo mejor sería cancelar la cita con Enzo; no pondría en riesgo a nadie más. Le envié un mensaje con una excusa, diciendo que la reprogramaríamos pronto, y él me envió una pegatina adorable de un bebé llorando.

Pensé qué hacer y decidí que, en cuanto concertara mi cita con la empresa, pasaría unos días con mi abuela en el campo. Sería genial tener un poco de tranquilidad allí.

No tardé en recibir un mensaje de la empresa diciendo que me programarían la cita hoy y que debería estar allí a las dos de la tarde. Genial, así podría ir a casa de mi abuela hoy. A la hora acordada, me presenté en recepción y un guardia de seguridad me acompañó a la sala de reuniones ejecutiva. ¡Ni hablar de que me atacaran de nuevo! Entré y estaban todos allí: Flávio, Manu, Alessandro, Patrício, Virginia, Ric