"Samantha"
El resto de los días con Enzo y Clara fueron geniales. Estaban emocionados por tener un primito y hacían todo lo posible por halagarme, igual que Heitor. Confieso que lo estaba disfrutando mucho.
Heitor no tardó en conseguirme una cita con el Dr. Molina, lo cual no fue difícil, ya que ahora salía con mi suegra. Así que, después de despedirme de los chicos y enviarlos al colegio, Heitor me llevó al médico.
Heitor estaba tan emocionado como un niño. Escuchó todas las recomendaciones del médico, hizo preguntas y le pidió que lo anotara todo. Salimos de la consulta emocionados y llenos de planes, y después de pasar por una farmacia y comprar todo lo que me recetó el médico, Heitor me dejó en el trabajo.
Había un arreglo floral en mi escritorio. Eran flores silvestres, o algo así. Era bonito, pero tuve una extraña sensación al verlo. Cogí la tarjeta entre las flores y toda la felicidad que sentía se desvaneció.
Las flores las había enviado Rômulo, o mejor dicho, alguien las envi