“Patricio”
Ni siquiera esperé a que nadie dijera nada, agarré la mano de mi preciosa pelirroja y la jalé hacia mi coche. Abrí la puerta para que subiera y la vi acomodada de maravilla en el asiento del copiloto, con ese vestido verde oscuro un poco subido de más.
Di la vuelta al coche y me senté a su lado.
—Entonces, pelirroja, ¿de verdad quieres ir a casa? ¿No quieres ver el amanecer conmigo?
Se echó a reír y me puso la mano en el hombro.
—Ahora, Casanova, si no me diste opción, sé el conductor y llévame a casa.
—Ay, pelirroja, no seas mala.
—¡Ay, pobrecita! ¡Hoy vas a ver el amanecer sola!
Se estaba divirtiendo a mi costa y ni me importó, ¡esta chica es tan hermosa! Estaba babeando por ella.
—Pon la dirección en el GPS, pelirroja, y elige la ruta más larga; al menos disfrutaré un poco más de tu compañía —dije, guiñándole un ojo y arrancando el coche.
Virgínia es muy animada, extrovertida y divertida. El viaje fue más rápido de lo que me hubiera gustado; hablamos de forma muy relajad