capitulo 9

Justo cuando termine de pintarme los labios de un tono carmesí escuche mi celular sonar, sonrió al ver una foto de Raisa en las playas privadas de colorado con su lindo traje de baño flores blancas pero luego hago una mueca al ver a su esposo en traje de baño junto a ella, es tan tierna pero lastimosamente no puedo llamarla ni mensajearle en su estadía de luna de miel ya que Damián es un envidioso que sola la quiere para él y yo como buena hermana deje que me diera cierta propiedad para no interrumpirlos.

-Ya está todo listo señorita Tuell- sonreí recogiendo mi bolso.

-Si es así vamos- camine por la empresa viendo como todos al paso que doy vuelven a su trabajo como si me tuvieran miedo ya que en esta semana se a estado rumoreando por la empresa el caso de la empleada despedida por lo que en mi estadía todos procuran no tener el mínimo error.

Me pregunto cuanto tiempo tardara para yo tener mi propio muñeco vudú como el que los empleados tienen para mi hermano, sonrió pensando en eso.

Luego de unos minutos llegue a un restaurante de la zona, bajo del carro preparándome para lo que viene, espero que ese cerebrito no cause problemas innecesarios.

-Buenas tardes señorita Tuell, el señor Thenny la está esperando por aquí- me desoriento cuando veo que me guía a una sala apartada pasando de la principal la cual ya hay varias mesas ocupadas, esta se supone que solo es una comida. Cuando estoy en la puerta cerrada de la sala privada veo cuatro hombres ingleses custodiando esta, pareciera que el papa esta ahí adentro.

-Solo puede entrar la señorita- dice uno de estos parando a mis dos escoltas, quiero rodar los ojos pero me abstengo, pobres tienen caras de perros estreñidos también me abstengo para no soltar algún comentario de este tipo.

Cuando uno de mis hombres dan un paso para replicar levanto mi palma a la altura de mi hombro en señal de que está bien.

Miró sobre mis hombros a mis hombres un momento dándoles una mirada de advertencia, por precaución nada más, ellos sienten.

-Ahora habrán- ellos acatan mis órdenes, levanto mi cabeza dejando que ninguna expresión se asome ni por error, entro encontrándome con un hombre sentado disfrutando de una copa de vino en la mesa a media sala, cuando nota que he entrado se toma su tiempo para después pararse con una elegancia como si esta fuera parte de él.

Se acerca a mí a paso seguro tomándose su tiempo haciendo que pueda detallarlo mejor, me sonríe con una sonrisa que conozco a la perfección porque yo la he usado miles de veces demostrando superioridad y seguridad, entonces yo copio su acción instalando una en mi rostro.

-Mucho gusto en conocerla señorita Tuell, es tan parecida a lo que se rumorea de usted, estoy tan satisfecho por eso- dice viéndome a los ojos, sus ojos son de un azul eléctrico demasiado llamativo, lastima que estos están cubiertos por unos lentes algo anticuados pero que le sientan bien.

-El gusto es mío, veo que usted no se parece para nada a lo que se rumorea de usted- digo a lo que él me ve desafiante con un deje de diversión, extiendo mi mano cubierta por un guante gris cuando él lo hace haciendo que nos demos un apretón para luego llevarse mi mano a su boca dejando un casto beso aun sin borrar esa sonrisa chocante mirándome directamente a los ojos mientras lo hace.

-¿Debería sentirme halagado?.

-Por supuesto señor Thenny, en su totalidad- respondo, la verdad es que si debería, se rumorea que es un hombre bajito, robusto, feo y con mala personalidad que lo único bueno de él es su dinero y apellido lo cual es lo contrario a este hombre de ojos electrizantes que mide más o menos lo de Damián con cabello negro bien peinado y una estructura delgada sin tirar a desnutrida, todo en él dice elegancia, limpieza y poder, porque por lo que he investigado tiene una leve verminofobia.

-Podemos pasar a sentarnos si le agrada- asiento caminando a la mesa, el mueve la silla por mí a lo que hago un sobresfuerzo por no girar los ojos, cuando él está sentado toca una campanita a lo que entran varios camareros poniendo platos enfrente nuestro.

-Ahora sí podemos hablar de- el me corta interrumpiendo, juro que solo porque la empresa cometió el error si no..

-No es necesario ahora, después de comer podemos hablar calmadamente- asiento tomando el tenedor apretándolo demás.

-Como guste- empiezo a comer en ningún momento entablamos conversación, ni quien quiera hablar con él, lo volteo a ver viendo cómo con tanto porte parte un pedazo y lo mete con tanta clase a su boca, es un poco impresionante debo admitir, vuelvo mi vista a lo que como, pasado unos largos minutos termina de comer a lo que raramente se dedica a verme acabar de comer a mi, a lo que me hace querer soltar uno de mis comentarios sarcásticos pero se que no es el momento y me dedico a terminar.

-Bueno señor a lo que venimos, siento mucho el incidente cometido con mi subordinado, ya he tomado medidas, se que es una falta de respeto, h**o un incidente pero bueno no quiero poner excusas que probablemente no le importen, el nuevo está preparado con los puntos platicados anticipadamente mediante reuniones virtuales y se le fue enviado- el me interrumpe, retiro lo dicho, tan buenos modales no tiene.

-No me vas a rogar- dice mirándome ahora sin su sonrisa, más bien me ve de una forma retadora y amenazante.

-¿Disculpe?- dije esperando no haber escuchado bien.

- ¿No vas a rogar?, pensé que lo haría- dice de una forma más ronca y lenta, le sonrió después de que salgo de mi estado desconcertado.

- ¿Rogarle?, no le ruego ni a dios, ¿Por qué creería que a usted si?- dije sonriendo de lado, vaya niño que iluso.

-Lo he comprobado con solo un vistazo, se cree mucha cosa ¿no Tuell?, sus aires de grandeza la destruirán algún día- con una sonrisa responde, se salió un poco del tema.

-Debería decir lo mismo de usted señor Thenny, ¿no lo cree? o acaso es de un caballero insultar y hacer que una inofensiva y delicada dama rogara, que mal corazón- digo con una obvia inocencia falsa, él sonríe más mientras achica los ojos a mi dirección, que hombre tan insípido.

- Trato- parpadeo un par de veces mientras él entrelaza sus manos sobre la mesa además de insípido, loco.

-Disculpe- pregunte.

-El contrato he decidido lo vamos a llevar a cabo, usted es muy interesante señorita- este hombre está loco.

- Entonces es un trato- me quiero levantar de la mesa queriendo estrechar su mano e irme pero él me detiene.

-Espere señorita, tengo otros asuntos del cual hablarle.

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