-Pon música- le ordenó a Aleister el cual está en el mueble leyendo un libro aburrido que solo a él le gustan, se llevaría muy bien con el rarito de Damián.
-No puedo, estamos en un hospital- habla como si no lo supiera y si despegar lo ojos del libro el cual ha leído desde hace más de una hora sin prestarme un poco de atención, ruedo los ojos arrugando la nariz lo malo de no poder mover mis manos es esto, depender de alguien que sigue las reglas tan estrictamente como si le pagaran.