–¡Madre mía! – Daniel me miro de arriba abajo.
–¿Qué? – lo deje pasar. –¿No es adecuado para ir a ver a tus padres?
–No es adecuado para mi salud mental. En serio me estoy conteniendo, pero tú no lo pones fácil.
–¡Dioses! – fui en buscar de mis cosas.
–Es en serio. – lo empujé para que saliera de la casa y cerré la puerta. –Déjame disfrutar de a vista.
–Eres un idiota. ¿Quieres que maneje yo?
–Sí, por favor, no creo que tenga todos mis nerviosos en sus lugares.
–¿Podrías ser menos dramático? – me paso las llaves de su SUV.
–¿No vas a llevar a Leia? – me pregunto dentro del auto.
–No, tenía que ir a buscar a casa de Arturo y lo que menos quería era verlo. Además, le dije que se po