BRANDON

Aparece justo cuando estoy decidido a ir a buscarla. Sonrió como tonto al verla, es tan hermosa. Lleva el cabello suelto y se ha maquillado.

- ¿No tienes frio? – se ve divina con ese vestido de franela, pero hace apenas un rato estaba temblando

- Estoy bien – dice acomodándose las mangas – huele muy bien – observa haciéndome sentir orgulloso

- Siéntate – recorro la silla caballerosamente

- Gracias – me embriaga su perfume, es simplemente perfecta

Es una velada de ensueño, no deja de elogiar la comida y yo de elogiarla a ella. Después de un par de intentos de llevar la conversación a lo que paso hace rato, me doy por vencido. Vamos de un tema a otro, la emoción en su rostro al contarme de Paris es evidente, así que anoto mentalmente pasar unas vacaciones ahí. Pasamos a la sala, ahora es ella quien se encarga de reanimar el fuego.

- ¡Funciono! – me abraza emocionada cuando la chimenea comienza a crepitar