Roma
Siento
mis párpados pesados cuando intento abrir mis ojos, la luz me encandila al lograrlo y los vuelvo a cerrar por un rato.-¿señorita Doubront?- escucho una voz desconocida- ¿como se siente.
Abro los ojos entrecerrándolos, me levanto mirando mi alrededor. Estoy en una habitación blanca. Una habitación de hospital.
-¿porque estoy acá?- pregunto confundida.
-tuvo lo que creemos fue un ataque de pánico cuando quedó encerrada en un ascensor por unos minutos- me empieza a contar- su hermanastro y esposo la encontraron desmayada dentro, desde ese momento usted estuvo dormida.
-¿cuanto tiempo pasó?
-hoy se completa la segunda semana- abro los ojos como platos al escuchar eso.
-¡¿como que dos putas semanas?!- digo exaltada.
-se tiene que calmar señ