Christian no sabía que él apartamento de su novia estaba pronto a convertirse en un lugar perfectamente habitable. Él sabía que cuando ella estuviese viviendo allí sería el momento en que dejaran solo de besarse y pasaran al siguiente nivel, algo por lo que había esperado meses.
Audrey había entrado a la oficina de Afrodita sin tocar. Ella siempre se veía feliz, mientras que la arquitecta, todo lo opuesto.
-Si logro acabar algunos pendientes temprano, podré colocar los últimos detalles en tu cuarto y podrás mudarte. Estoy tan feliz por ti- Afrodita sintió dudas y sonrió con preocupación
-Christian querrá hacerlo y creo que no es el momento, ¿Cómo sabré si estoy lista?- Audrey sonrió con dulzura, su amiga aunque se mostrara fuerte era realmente un ángel asustadizo
-Si estás segura de amarlo y en verdad deseas hacerlo, simplemente deja que el te guíe a tu cuarto y no pongas frenos- Afrodita suspiró para tranquilizarse y asintió
-Este mes mi relación mejorará- Sonrió imaginando que des