LUCHADORA Y ARQUITECTA

AFRODITA FERRO

Amo a Christian y estoy segura de eso. Cada momento que pasamos juntos es mejor que el anterior y se que él ha sido paciente en estos meses, pero aún no es el momento de tener relaciones.

El vino a verme aquí a Tentaciones Dos. Estaba ayudando a decorar el lugar a pedido de Audrey. Ella dejó a su hija con su madre y por eso solo estaba mostrándonos lo que planeaba para poderse ir con ella. Desgraciadamente tuve que ver a Zayn y se que probablemente tenga esa mala suerte muy seguido. Escuché una conversación de Apolo dónde decía que su querido amigo ya estaba por instalarse aquí.

Fue sorpresiva la visita de Christian, pero ya habíamos tenido un mal intercambio de palabras hace unos pocos días y desde allí no lo ví hasta hoy. No quería arruinar lo que tenemos y por eso decidí mantener la distancia, pero no sé si fue un acierto o no. Extrañaba besarlo, abrazarlo, sentir la paz que solo él es capaz de transmitir...

Christian me pidió disculpas, pero también me dijo que desea que estemos juntos y le dije que aún no era el momento.

¿Está mal querer tener mi propio apartamento y privacidad antes? No quiero ni pensar en que tengamos que ir a un hotel cada vez que queramos estar juntos. Solo necesito un poco de tiempo.

El comenzó un beso que me agitó por completo y acabé sentada sobre el escritorio con mis piernas abiertas y el muy pegado a mi. Jamás estuvimos en una situación así antes, pero rápidamente me recompuse y me bajé del escritorio para tomar distancia. Esto no es correcto estando en mi lugar de trabajo, ni tampoco para estar juntos por primera vez.

Creí que hablar con Audrey me ayudaría más, pero ella es muy diferente a mi en todos los aspectos. La traje a mi oficina aprovechando que aún estaba aquí en el club.

-¿Christian se fue molesto o me pareció a mi?- Ella también lo había notado

Christian es un hombre muy calmado. Hasta su andar es lento, cuidado. Siempre es precavido en cada paso que da, tal vez por su manera de ser tan serena es que me siento tan en paz a su lado.

-Él quiere que ocurra pero siento que aún no es el momento. Nos besamos aquí y todo subió de temperatura como nunca antes, pero no es debido- Audrey solo se quedó en silencio escuchando lo que yo decía, pensativa...

-¿Aún no estás lista? El ha tenido mucha paciencia, ¿Cuánta más puede tener? Además... para ti no tener relaciones no es difícil porque no lo hiciste antes, pero ¿Crees que el está en tu misma situación?

-Yo se que no. Él ha tenido experiencias y se que quiere hacerlo conmigo. Ha esperado sin presionarme, pero últimamente nuestra relación cambia y me siento insegura por eso- Intenté explicar cómo me sentía de la mejor manera, pero encontrar las palabras era muy difícil

-¿Crees que el pueda no ser tan paciente e irse con alguien más?- Aquello me estremeció y sentí un vacío en mi pecho. Pensar remotamente en eso no era ni siquiera similar a escucharlo de otra persona

-No lo creo, pero no lo sé. Tengo tanto por delante, tantos pendientes y sueños... Quiero que cuando pase mi mente y mi cuerpo estén en sintonía allí, no como ahora que mi mente está trabajando sin parar en todo lo que necesito hacer

-Si te quiere te esperará, pero si no lo hace no te aferres. Solo debes seguir adelante, hombres hay muchos. Si el te quiere respetará tus tiempos- Me dijo y golpearon la puerta

-¿Nos vamos? La niña tiene hambre y lo que le dejaste no fue suficiente- Salvador sonrió y Audrey salió disparada de la oficina para ver amamantar a su niña

Me quedé unos momentos más pensando en todo lo que había sucedido este último tiempo. Por momentos siento que debo entregarme a Christian, pero por otros solamente dudo y busco motivos para no hacerlo. Se que si él realmente me ama esperará por mi el tiempo que sea necesario y que lo hará pacientemente.

Cuando salí de la oficina no lo hice de buen humor. Tengo tantas cosas en mi mente que logran estresarme cada día más y mi amado novio en vez de darme calma acababa de volverme un manojo de nervios. Uno de mis causantes de estrés cruzó por mi camino y en un acto reflejo lo aparté.

-¿No vas a mostrarme tus avances en el club? Quiero ver en qué invertí mi dinero- Zayn me siguió y solamente hizo empeorar mi mal humor

-Ahora no- Dije sin siquiera mirarlo y continué mi camino, pero lo sentí acercarse y antes de que pudiera sujetarme lo esquivé. Se que se sorprendió, pero gracias a las clases de defensa personal que tomamos Audrey y yo con Salvador fue que aprendí a mantenerme alerta y a no dejar que nadie me tome por sorpresa ni me paralice de miedo

-Luchadora y arquitecta resultó la niña- Se burló luciendo una sonrisa irónica que en otros momentos hubiese borrado

-No discutiré contigo. Mantente alejado- Advertí con los nervios a flor de piel, pero el en un movimiento me sujetó y me llevó a la fuerza a la oficina de Apolo

-¡Suéltame! ¿Qué crees que haces?- Forcejee pero con mis brazos inmovilizados no podía defenderme

-Hago lo que debo- Sentenció

-¿Que diablos significa eso? No me toques maldición- Intenté soltarme de su agarre pero fue imposible

Adentro de la oficina me tiró bruscamente sobre el sofá y le puso llave a la puerta. Por un momento temí lo peor y se que el notó lo que yo había pensado.

-No me agradas niña, pero tampoco me agrada la idea de que alguien muera por tu culpa- Lo observé parado con su espalda apoyada en la puerta y sus brazos cruzados

-No soy una asesina, muérete y déjame en paz- Lo ví sonreir de nuevo y aunque planeé intentar salir desistí. Él tenía fuerza y no dudaría en usarla, aunque no comprendía por qué

-Lo serás si no te calmas. Lo primero que harías sería subir a tu automóvil y pisar el acelerador llorando como una niña chiquita. Acabarías provocando un accidente. No me importas tu, pero si planeas eso prefiero que sea después de que hayas terminado mi club- Abrí los ojos sorprendida y momentáneamente me quedé sin habla

-No iba a llorar- Le dije sin darme cuenta de que le había dado la razón en lo anterior

-Quiero ver mi club niña. Dame tus llaves- Extendió su mano

-Ni siquiera se si sabes conducir. Mi auto no lo conduce nadie más que yo- El sonrió de nuevo

-Posesiva y celosa de sus posesiones la niña. Vamos- Se burló y abrió la puerta finalmente para dejarme salir

-¿No tienes dinero para un taxi? No quiero llevarte- Soltó una risa y negó el muy maldito

-Sigues discutiendo conmigo en lugar de ir allí. Acabaré pensando que te gusta mi compañía- Preferí hacer silencio y dejar que subiera al automóvil

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo