DAMON

Las palabras resonaban en mi cabeza mientras caminaba hacia el sótano.

Por supuesto, era el mismo lugar donde mi madre siempre la encerraba.

Ella siempre encontraba la manera de sacar de quicio a mi madre.

«¿Te dijo adónde iba el día anterior?», le pregunté mientras entraba en el ascensor que llevaba al sótano.

«No, Alpha, no dijo nada, como de costumbre», me respondió, y yo me pasé la mano por el pelo con frustración.

Odiaba que la trataran así.

Pero sacarle el tema a mi madre desvelaría secretos que podrían destrozarla.

Secretos que ella nunca había conocido.

Aquellos que no debía saber.

No podía enfrentarme a ella con Clara delante.

Cuando se abrió el ascensor, salí y entré en el pasillo húmedo, un poco frío y oscuro.

Jane caminaba muy cerca detrás de mí, nuestros pasos contrastaban con el silencio del pasillo.

Mi madre no estaba... como siempre.

Encerraba a Clara y luego desaparecía como si no tuviera conciencia de haber encerrado a alguien.

Siempre era yo quien venía a saca