38. LOS NIÑOS.
POV. LUCÍA.
Solo había una persona que podría contarme la verdad, pero sabía que no iba a decir absolutamente nada.
Cuando regresé a la habitación, lo vi salir del baño completamente desnudo y goteando, no se había secado, su pelo caía sobre su perfecta cara y me ignoró cuando pasó por mi lado.
— Sebstián — lo llame, pero parecía más fácil pretender que yo no existía.
Se hizo un silencio profundo en la habitación y salió del armario con ese pantalón de chándal que apenas abrazaba esa perfecta V que se formaba en su abdomen bajo y trague con dificultad, porque ese hombre parecía más bien una escultura.
— ¿Qué? ¿Tanto te incomoda? — Se acercó y movió mi rostro porque yo estaba mirando al suelo —. Ya ni siquiera puedes verme — me soltó, pero tomó sus manos antes de que se alejará de mí.
— No… Yo…
¿Qué le iba a decir?
Que lo deseaba.
Qué quería pegarle.
Qué era detestable su actitud.
Qué yo estaba a ciegas.
Qué podía hablar conmigo.
Sin embargo, ni una sola palabra salió de mi boca.
— ¿Qu