Narrador omnisciente
Se que todos alguna vez han sentido aquella sensaciones de angustia, tristeza dentro de sus pechos, una sensación que te mata y te preocupa tanto que provoca tu intranquilidad. Bueno Ada se encontraba así en estos momentos.
Estaba en su clase de filosofía, desconcentrada mirando de un lado a otros como sintiera la precensia de que algo no anda bien ay alrededor, ya no le agradaba sentirse así y menos sin la compañía de su hermano o de Shirley quiénes por dificultades no estaba con ella en la institución. Votó el aire que tenía retenido y decidió ignorar aquello que sentía su pecho.
— Señoritas Ada. — la llamo el profesor. — ¿Se encuentra bien? — pregunto en un tono preocupado.
Ada nego disimuladamente y asintió nerviosa, el profesor la miro dudoso pero continúo con la clase la cual faltaba poco para acabarse.
— Me estoy volviendo loca. — susurro para ella misma.
Unas gruesas lágrimas bajaron por sus mejillas mojando la hoja de la libreta la cual estaba vací