Anya.
Han pasado tres días desde que vi a Einar en un modo totalmente distinto , violento, lleno de ira, siendo lo opuesto de verlo dando órdenes, siendo controlador y un total hijo de perra, pero verlo retenido por dos agentes, fue algo que me dejó helada.
El ir a la enfermería, solo hizo que pensara en lo que Kenia mencionó.
—Le gustas a Einar.
Es imposible, lo que tenemos y no hay un tenemos es solo sexo, tensión sexual, ver que el otro nos quita las ganas y ya.
Me está matando el no verlo, en no ver esos ojos que me encanta, el escucharlo, el que me arrincone en la sala y diga esos comentarios en doble sentido que me excitan.