Andrés le dio una gran sonrisa. “También… Dejaré la empresa en siete meses… Me iré al extranjero a trabajar”.
Aníbal estaba molesto. “¿Vas a buscarla?”.
“No lo sé… Lo único que tengo claro es que no quiero quedarme aquí, la empresa, la venganza, todo… quiero dejarlo atrás”.
Aníbal regresó a la empresa, era muy grande y tenía gran potencial si él ponía su toque, las demandas cesaron cuando Aníbal entregó el producto reparado y estaban subiendo los números.
Se recargó en la silla pensativo, no sabía que hacer, por el momento lo único que de verdad deseaba es escuchar su voz… verla y admirar su cálida sonrisa, había intentado reprimir sus sentimientos durante días, pero ahora era inútil, todos los recuerdos venían a él, cada cosa que vivió con ella, los buenos y los malos ratos que pasaron.
Solo deseaba saber de ella, abrazarla, oler su fragancia, besar sus labios…
Se puso de pie y tomó un vaso de whisky esperando que esto le aclarara la mente para seguir trabajando.
Andrés llegó a la em