El despertador suena y una sonrisa se pinta en mi rostro. Los recuerdos de anoche me han mantenido tan feliz, y desde que Joe se ha ido de mi habitación. No espero más y me pongo de pie para comenzar el día y preparar comida deliciosa para mis jefes y para… Joe.
Como es costumbre tomo una ducha que termina por ponerme de mejor humor, luego de cambiarme comienzo mis tareas culinarias en la cocina y preparo deliciosas tortas de huevo con patatas fritas, salsa roja y pan tostado.
Coloco los platos para comenzar a servir las tazas de café negro y justo en ese momento llega la señora Corina con el semblante mucho más relajado y descansado.
—Rose, ¿cómo dormiste?, ¿te has sentido bien?
—Todo de maravilla señora, le doy las gracias por estar al pendiente de mi —ella toma mi mano y asiente.
—Ahora dime, ¿qué es lo que estás cocinando po