CAPÍTULO 28. Amor filial
CAPÍTULO 28. Amor filial
Logan.
Cuando Vincent me dice que tengo visita, ya estoy de mal humor. Detesto las visitas, especialmente cuando no las espero; mis días son lo suficientemente caóticos sin tener que lidiar con sorpresas desagradables.
Y para acabar de rematar tengo a Liliana a diez centímetros de mí, y sus pechos pequeños subiendo y bajando al compás errático de su respiración bajo el vestido mojado…
—¡Logan!
—¡Ya voy! —grito con frustración y Liliana aprovecha para escapar de mí.
Sale del jacuzzi y luego me ayuda a secarme y vestirme a toda prisa. Todo el tiempo noto que me observa con una mezcla de preocupación y algo más que no puedo descifrar. La dejo sola en la habitación para que pueda cambiarse tranquila y salgo al salón.
Y mi silla se detiene de golpe cuando lo primero que veo es a Gemma. Mi hermana.
—¡Logan! —grita antes de lanzarse sobre mí con lágrimas en los ojos.
—Gemma… —murmuro, mientras me da un abrazo que no sé cómo corresponder.
Hace mucho que no la veía