—Adorable —Natasha volvió a colocar el cintillo con orejas de gato sobre la cabeza de Patrick y él suspiró—. Déjalo, no seas aguafiestas. —Dio una palmada en su hombro y volvió a tomar asiento a su lado.
—Sí, no seas aguafiestas. —Ethan, la abeja gigante, le regaló una gran sonrisa mientras daba un sorbo a su café.
—No me gusta disfrazarme. —Intentó quitarse las orejas de gato una vez más, pero Natasha volvió a golpear su mano.
—Ah, Teniente, dígale algo. —La patrullera se levantó de su asiento y miró al distraído Taylor que iba entrando a la sala de descanso con un café en su mano. El castaño se volvió a verlos, acomodó sus anteojos y guardó silencio por algunos segundos.
—… Algo. —Soltó y fue a tomar asiento al gr