Izan
Yelena no llevaba ni veinticuatro horas en mi manada y ya había puesto mi vida patas arriba.
¿Por qué demonios no podía dejar de pensar en ella?
'¡Porque es nuestra pareja,idiota!' mi lobo Zeus no paraba de molestar.
Estuve toda la mañana trabajando con Gabriel,mi tercero al mando, poniéndome al día con las cosas de la manada y luego bajamos al comedor para reunirnos con los demás para el almuerzo.
Cuando la vi aparecer junto a mi hermana con su cabello trenzado tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no correr a tirarme encima de ella.¡Parecía un ángel!.
Un hermoso ángel con ropas harapientas. Tenía que decirle a Bri que la llevara de compras.
Apenas podía quitarle los ojos de encima, y tener a Zeus en mi mente ladrando obscenidades no ayudaba.
Gabriel le estrechó la mano para saludarla y un gruñido involuntario salió de mi garganta.¿Cómo se atrevía a tocar lo que era mío?.
Pero ¿Qué estaba diciendo?.Zeus estaba ganando control.
No tenía pensado interrogarla has