La híbrida lo miró perpleja, tratando de encontrar el trasfondo en su demanda.
—Pero, Alfa…
—Empieza ya —exigió él.
Sin más remedio, Kallen se dispuso a ejecutar su lira. La música acarició el alma de Dannon y envolvió a su corazón con una serenidad que hacía tiempo no experimentaba.
Como estaba s