Eran casi las tres de la mañana. Tiago y yo habíamos estado bebiendo más de lo habitual. Era el cumpleaños de un conocido de la universidad. Buena comida, bebida de calidad y mujeres calientes.

Ya ni siquiera podía razonar. Miré a dos rubias que me observaban desde el entrepiso. Rápidamente bebí el resto del whisky que había en el vaso y subí las escaleras, sin apartar la mirada de ellos.

A medida que me acercaba, me excitaba aún más. No eran gemelos, aunque se parecían.

"Nunca me he follado a dos rubias al mismo tiempo ... Pero puedo intentarlo", le dije directamente.

Se rieron y uno desafió:

"¿Por casualidad tienes dos 'palos'?"

- No solo uno. Pero es grande como la m****a. Nadie se ha quejado hasta la fecha... Ni del tamaño ni de lo que es capaz de hacer. Y apuesto a que incluso con una polla puedo hacer que los dos se corran al mismo tiempo.

Una de ellas deslizó su mano por mi pecho y dijo, su boca invitando:

"¡Me gustaría ver cómo vas a hacer esto, delicioso!"

"Me gustaría mostrarte... ¡Ahora!"

Los dos vinieron uno de cada lado y tomaron mis manos. Sonreí, sintiendo mi excitación inminente.

Mientras bajaba las escaleras, sonó mi teléfono. Joder, no contestaría. Disfrutaría el resto de la noche al lado de las dos chicas calientes, teniendo sexo, que era una de las cosas que más me gustaban.

Pasé a Tiago, que ya tenía a una morena sentada en su regazo, moviendo el trasero bajo el vestido que la dejaba casi desnuda. Parpadeé y él miró a mis dos compañeros e hizo una mueca de sorpresa.

El maldito teléfono no dejaba de sonar. Lo saqué del bolsillo de mi chaqueta y miré la pantalla, que tenía un número desconocido, pero con un prefijo de North Noriah.

"¿Vas a responder, hermosa?" Apuesto a que lo que tenemos aquí es mejor que lo que viene de allá – susurró el más alto en mi oído, en medio de la música que sonaba a volumen ambiente.

Miré a las dos chicas calientes, con senos perfectos, casi saliendo de sus vestidos y el teléfono, que sonó hasta que se cayó y volvió a insistir.

- Yo ya vuelvo. Dos minutos y vuelvo — les aseguré , quienes hicieron un puchero, haciendo que mi erección fuera aún más grande, mientras imaginaba sus bocas en mi polla, ambas al mismo tiempo, mientras sus lenguas se enredaban.

Mi polla ya se estaba endureciendo y no me importaba. Dudo que alguien en esa jodida fiesta no estuviera empalmado con las chicas calientes que tenían allí.

Encontré una puerta y salí, encontrándome en un pequeño jardín. No había nadie ahí. La llamada ya se había perdido y por eso regresé.

- ¿Hola?

"Finalmente... ¿Lord Chain Archambault Chamalet?" dijo la voz masculina en el otro extremo.

- Soy yo mismo. Espero que sea algo grave, porque me llamaste…” Miré por el visor. "¡Cinco jodidas veces!"

Soy Adam Royalt , el abogado de tu padre.

"¿El abogado de mi padre?" ¿Qué quieres conmigo?

“Tu padre falleció hace unas horas. Tu madrastra pidió que tú y tu hermano se enteraran. El funeral será en el cementerio North Noriah Center. Y a las 19 horas habrá una reunión con la familia para tratar la voluntad y los deseos de su padre, informados en vida.

Me quedé sin palabras. Mi padre ni siquiera estaba enfermo. ¿Como murió? ¿De nada? ¿Aún se las arregló para morir el bastardo cuando me iba a comer dos ricas rubias? ¿No había un mejor momento para "patear tus botas"?

"Gracias por avisarme", dije, colgando la llamada.

No había hablado con mi hermano en más de un año. Pero en ese momento, todo lo que pensé fue en llamarlo. Cuando comencé a buscar su número en la guía telefónica, vi el nombre de Milano en la pantalla, llamándome por mi nombre.

- ¿Hermano? Pregunté, queriendo escuchar su voz.

“Hola, Cadena. ¿Que hora es alla?

Son más de las tres de la mañana en Alpemburg. ¿Qué hay de País del Mar?

— Amanecer... Con la aparentemente trágica noticia.

- ¿Él estaba enfermo?

“No que yo supiera.

"Bastardo... Mal momento para morir."

“No pienses en no ir al funeral. Es posible que el desafortunado ponga una cláusula en el testamento de que el que no va no recibe nada.

— No lo dudaría... Aunque pensé en no ir.

“Usando su zona horaria, son las nueve de la mañana en Noriah North. Creo que debería abordar un jet privado y volar allí de inmediato.

- ¿Y qué vas a hacer?

— Eso es lo que ya he hecho... Estoy abordando ahora mismo.

- ¡Bastardo! Llegará antes que yo.

"Y pasar más tiempo fingiendo sentir su muerte".

“Iba a follarme a dos rubias calientes... ahora.

"¿Los dos al mismo tiempo?"

- Sí.

"Eres inútil, Chain", se rió entre dientes. “A pesar de todo, extrañaba escuchar tu voz.

- Yo también. Hagamos nuestra parte, asistamos al funeral, hagámonos ricos sin depender más de sus migajas, y vivamos nuestras vidas.

- Eso ahí. Toma lo que es nuestro y despídete del viejo.

"Hasta entonces, hermano".

- Hasta.

Colgué el teléfono y volví a entrar en la casa. Las rubias seguían esperándome al pie de las escaleras. Respiré hondo, lamentando internamente no tener una doble cogida esa noche.

— Lo siento, queridos, pero lamentablemente no sucederá. Acabo de recibir la noticia de la muerte de un familiar.

“Te dije que no respondieras…” dijo uno de ellos, su voz lánguida y haciendo pucheros.

Antes de que pudiera decir nada, la otra me agarró por la nuca, dándome un beso, sin ceremonia, metiendo su lengua dentro de mi boca. Respondí al beso, aunque me tomó por sorpresa.

Antes de que lograra tocarla, la otra ya me abrazó tirando de mi cara y obligándome a besarla también. Sentí mi polla palpitar debajo de mis pantalones, queriendo explotar allí mismo. Entre las cosas buenas de la vida, el sexo era una de ellas. Y lo mejor de todo, podría hacerse sin amor. Después de todo, el amor era una droga peligrosa, una que nunca volvería a probar.

Antes de que no pudiera soportarlo más y renunciara al funeral para comérmelos a ambos, me alejé, entregándoles mi tarjeta :

— El funeral dura un día. Entonces, mañana estaré de vuelta. Si quieres terminar lo que empezamos, solo llama.

"Chain Arch …" uno de ellos trató de deletrearlo, arrugando la frente incapaz de terminar.