Alec la encontró sonriendo cuando llegó. Ella se refugió en sus brazos, y él sintió sus colmillos descender, pero no de buena manera. Dragos iba a atacarla por eso se alejó de Emily y se sentó lejos.
Ante el sentimiento de rechazo que sintió Emi, Michael intervino deprisa, asumiendo que Alec actuaba para no morderla y vincularla.
—Hablemos, Emily. Porque hay cosas importantes que debes saber y por lo que veo —añadió mirando a Alec —tú hombre necesita que sepas esto aprisa. Lo haré yo porque no creo que para él sea fácil.
—Me asustas, Mike.
—No temas, que nada malo va a pasar.
—Pero es algo serio.
—Lo es, pero confía en mí, ¿de acuerdo? Te amo como a una hermana, eres un ser lleno de bondad que creciste con una madre horrible y que, a pesar de eso, no perdiste ni tu amabilidad ni tu sencillez. Hay criaturas Emily, de esas de las novelas que amas leer.
—Bromeas.
—No lo hago. Todas ellas son reales y sé que te parecerá una locura, o que quizás pienses que alguna rara enfer