Tres dias despues todo estaba listo, habian comenzado a llegar las delegaciones de los territorios. Los nobles estaban en el castillo desde la noche anterior y todo marchaba sobre ruedas. Si no ocurria ningun contra tiempo, mañana se llevaria acabo los ritos funebres del Rey Roman. Valentino trató de mantener la calma, hasta la el momento no habia ocurrido ningun movimiento de parte de su enemigos y eso le tenia nervioso.

Ahora estaba supervisando las rotaciones de los guardias y asignando los puesto de los jefes de peloton desde su oficina. Ellos serian quienes controlarian las entradas y salidas. Gracias a Dios la incomodidad de su estomago habia mejorado, desde el dia anterior no tenia la necesidad de estar constantemente de estar encorvado sobre el inodoro, vomitando.

Sus movimientos eran sencillos y trataba de no sacudirse cuando se acercó y arañó el anillo oscuro que crecía alrededor de su garganta. La piel seca lo tenía corriendo al baño cada vez que comenzaba a picar, los