Por Kelly
Lo estoy esperando en el despacho de mi padre, yo también me puedo sentar detrás del escritorio y llevar adelante a empresas prósperas.
Golpeó la puerta, al menos no entró de una vez.
Al entrar me miró sonriente, pero con sorna.
No se sentó frente a mí, parece que no le gusta que yo también tenga poder.
Se sentó en uno de los sillones.
Es un idiota, eso significa que me tengo que levantar y sentarme cerca suyo, para hablar tranquilamente.
Al menos me va a mirar y si me encuentra atractiva, como me demuestra cuando sus ojos parecen desnudarme, voy a poder manejar un poco la situación y que él no se crea el amo y señor.
Con el tiempo le voy a demostrar mi inteligencia y mi capacidad.
Me paré y di la vuelta a mi escritorio, traté de parecer segura.
Al sentarme enfrentada a él, crucé mis piernas, para comprobar si me miraba.
Lo hizo.
Eso me dio cierta seguridad.
Tenía su atención, e iba a escuchar mis ideas.
Ambos buscamos soluciones con otros abogados, aunque no las encontram