Por Kelly
Terminamos de almorzar y acompañé a Carolina hasta el auto que la iba a llevar a la capital, nuestra despedida no fue con abrazos profundos, ni con la euforia de cuando llegó, que nos dijimos cuanto nos habíamos extrañado y hasta hubo lágrimas.
Fue una despedida distante, un abrazo frío, un cuidate y avisame si llegaste bien.
-Estamos hablando, amiga, te quiero mucho.
Dijo Carolina.
Yo le sonreí tristemente.
-¿Kelly, qué sucedió con tu amiga?
Me pregunta Carmen, yo dudo si contarle la verdad, pero ella ya la debe saber.
-Le gusta Rodolfo y estuvieron todo el tiempo coqueteando el uno con el otro.
-¿Estás segura?
-Es una descarada, al final me demostró ser cualquier cosa, menos mi amiga.
-Caro siempre se portó bien con vos.
-Hasta ahora.
-¿Le dijiste que te vas a casar con él?
-Se lo dije ayer.
-Tardaste en decirlo, ella no sabía nada y vos negás que te gusta.
-Pero se la pasaban coqueteando, los dos.
-Kelly, sos inteligente y sabés que Rodolfo es machista, parece ofendido co