Javier Narra
Entré al dormitorio de mi princesa con dos tazones de Chocolate y las galletas que tanto le gustan rellenas de yogurt.
-Princesa acomódate y dame espacio para que disfrutemos de este pequeño regaloneo para olvidar este día.
-Pensé que ya no venias javito y que me habías dejado sola…
Dejé la bandeja aun lado y la mire haciendo un puchero mientras corrían lágrimas por sus mejillas. Me acerqué a ella. Se veía tan frágil y sequé sus lágrimas.
- ¡Princesa mírame! ¿Qué te paso durante mi ausencia que esos bellos ojitos están tan tristes siempre? Me duele verte así y ya cometí un error de huir y dejarte. No lo volveré a hacer mi princesa ven desahógate saca esa pena que te hace tanto daño. Y recuerda nuestra promesa no te voy a dejar.
La abracé con toda mi fuerza y me duele su aflicción, es como si cargara un gran dolor… cuando se calma limpio su cara y su nariz como cuando era pequeña.
-Princesa ven acomodémonos ya basta de tanto dolor y disfrutemos este rico chocolate q