Lexi
— ¡Ah!, sácala, sácala, ¡Joder! —Grito desesperada—, el dolor es muy fuerte, puede conmigo.
— ¿Por qué no le decías así al chico con el que tuviste, para que sacara su pene de ti? —Fulmino con la mirada a mi mejor amiga—.
— ¿Por qué mejor no te callas, Maddison? —Le respondo con otra pregunta y la muy idiota se ríe—.
—Maddy tiene razón hija —le apoya mi padre.
—Papá —lloriqueo—. Debes apoyarme a mí, soy sangre de tu sangre. Semen de tu miembro —no lo puede evitar y se ríe—. Yo con mi dolor, lo imito.
Bueno, a lo mejor están perdidos, así que les contare mi situación.
Estoy embarazada, más bien en trabajo de parto. Me acompañan mi mejor amiga de toda la vida y mi padre, que más que mi padre parece mi hermano. Afuera están las personas que he conocido hace poco y ahora son parte de mi vida.
Maddison, mi amiga, mi hermana de otra madre, nos conocemos desde que ambas teníamos cinco años. Cuando entramos a la escuela.
Siento otra contracción recorrerme.
— ¡MIERDA!, esto duele como el