Terminamos de comer y mi mamá me pidió que la ayudara a limpiar algunas cosas en la cocina. Era una completa excusa para empezar a quejarse.
Estaba lavando los utensilios en silencio, sé que esperando el momento exacto para comenzar a lanzar sus opiniones negativas. La conozco tan bien que sé para qué guarda silencio, espera a que rompa el silencio y busque su opinión.
Ahora estando solas, no creo que haya nada que pueda retenerme o tranquilizarme para que inicie una guerra junto a ella.
—Ya dí lo que tengas que decir —termine por romper el silencio y la tensión.
—No me agrada y lo sabes.
—No necesito tu aprobación pero… Dime por favor, las razones por la cual no te agrada o si incluso… ¿Te agrada siquiera alguien?.
—Emma… No intento ser la villana.
Sabes que es un chico problemático, conoces algo de su historia. Simplemente no quiero que salgas last