Marcus salió del despacho, y en el camino vio a Liam, se propuso entonces llevar al límite a su preciada perla, ella debía tomar la decisión más importante.
— Liam.
— Hola Marcus.
— Kimberly quiere hablar contigo. Está en el despacho.
Sin pensarlo el hombre se dirijo hacia allí, él no perdía oportunidad para hablar con esa mujer a la que amaba, y por la cual estaba perdiendo la cordura, al tenerla tan cerca y a la vez tan lejos.
Toco la puerta del despacho pero no recibió respuesta alguna, tocó una vez más y la ansiedad comenzó a surgir en él.
“¿Será que se sentía mal?”
Liam sabía que su esposa sólo confiaba en él a lo que el embarazo se refería, Kimberly lo evitó todos estos me