–¡Más rápido! –exclamó Tefy.
–Como diga mi comandante –respondí.
Aunque realmente no podía ir más rápido con ella encima, era fácil para ella decirlo, pero para mí correr y cargar no era nada fácil.
Jason había salido hace un rato con Gabriela y con Tefy ya habíamos tenido cinco juegos seguidos, ella tenía demasiadas ideas y las cambiaba en un instante.
De pronto el timbre se escuchó y nos detuvimos, no sabía exactamente quién podía ser a esta hora, pero seguramente buscaban a Jason o Gabriela, cuando fui a abrir me sorprendí al ver a Diane.
–Hola tía –saludo Tefy con una sonrisa.
Ella también se veía asombrada de verme aquí, pero reaccionó al ver a Tefy.
–Hola Estefany, ¿Dónde está tu padre?
–Se fue a dejar a Gabriela con sus amigos, Irina y yo tenemos una pijamada.
–Las pijamadas son toda la noche, a tu edad no deberías de desvelarte –indicó viendo alrededor del departamento.
–Solo la estoy cuidando en lo que Jason regresa, no es para tanto –aclaré –. ¿Cómo estás, Diané?
–Bien, Irin