Jason…
Extendí mi mano hacia la mesa para buscar al jo.dido despertador que me está haciendo la mañana imposible, logré apagarlo y me dí la vuelta para abrazar a Irina, me acerqué a su cuerpo y deslice mi mano por su cintura, ella se agitó un poco.
–Jason…
–Aquí estoy –respondí.
Siempre pasa esto cuando dormimos juntos, dice mi nombre y yo le respondo, es como para asegurarse que soy yo, también se despierta por las noches en algunas ocasiones y le hablo, solo así se relaja, aunque es difícil porque luego se va a su departamento y me cuesta que regrese a la casa de nuevo.
He investigado un poco de eso de la ansiedad, puede ser diferente en cada persona y tiene distintas formas de darse, pero principalmente es un miedo constante, justo como ella, parece tener un miedo a algo que aún no logro descifrar.
La abracé y ella se dió la vuelta para verme, me tomó de las mejillas y me besó.
–Debemos levantarnos –mencionó.
–Aún es temprano.
–La alarma ya ha sonado.
–La alarma sonó antes –respond