-Te juro que si no te duermes, no saldremos mañana.- Ordenó mientras me daba mi vaso con leche caliente.
No puedo dormir, llevo de hecho varios días en los que no duermo de noche.
Giré los ojos y me senté para tomarme la leche.
-¿Por qué me malcrías tanto?- Pregunté antes de dar el primer trago. Es tierno, pero no comprendo; no la trato como se lo merece ¿Entonces por qué siempre está cuidando de mí como si fuera un bebé?
-No te malcrío, necesitas que alguien te consienta a parte de tu papá, que por cierto no debe tardar en llegar.- Besó mi frente y se dispuso a salir de la habitación.
-Leonsito.- Se giró a verme desde la puerta.- ¿No dormirás aquí conm...
-No, eso ni lo sueñes.- Dijo en tono divertido y salió sin más de mi habitación... o eso quiso porque la puerta volvió a abrirse.
-Caleb, quiero preguntarte algo.- Preguntó desde la puerta mirando sus manos.
-Dime, chinita.- Coloqué el vaso en la mesita de noche y me