Jasper.
¡Cielos!
Temblaba. Y ni siquiera sabía si era de rabia o por algo más.
Había perdido los papeles ahí dentro, me había rendido a lo que esa fiera me hacía sentir y había terminado dándole lo que me estaba pidiendo a gritos.
Tenía que serenarme de una vez. Yo no era de los que perdía la paciencia con facilidad. Entonces... ¿qué cojones me pasaba con esa muchacha?
- Para aquí – le dije a Cole en mitad del callejón. Se detuvo y esperó instruccione