Las conversaciones a su alrededor iban y venían. Aquellos sentados junto a Fane, escuchaban con claridad. Cuando plantearon la pregunta de cuánto tiempo llevaba Fane aquí, las expresiones de estas personas resultaron particularmente extrañas.

Parecían querer decir algo pero se contenían, sintiéndose avergonzados. Ansiaban contarles que el individuo junto a ellos era un prodigio, pero temían represalias por parte de Fane.

En la actualidad, estaban convencidos de que Fane debía provenir de una gran secta, de lo contrario, ¡no sería tan poderoso! La luz verde gradualmente se desvanecía con el paso del tiempo, y cuando la luz desapareció por completo, la esfera de cristal se había transformado en una especie de emblema.

Este emblema emitía una luz verde en toda su superficie, con las palabras "Entrada a la Torre" escritas en él.

Benedicto miró a Fane con sorpresa en su rostro y dijo:

—¡Este es el emblema de entrada a la quinta planta!

Fane asintió con la cabeza, sin mostrar ninguna emoció