Átame a tu corazón. Capítulo 2. Si yo la cago pues yo lo arreglo.
Carlos sintió que el dolor de cabeza atravesaba su cráneo como si se lo partieran a la mitad. Había bebido demasiado ayer, no podía recordar con certeza si la llamada a Amina era real o algún sueño estúpido que tuvo, así que revisó su celular y le pidió a Zeus que le arrojara un rayo.
¡Efectivamente, había llamado a Amina, a las 3 casi 4 de la mañana!
—Joder, tengo que arreglar esto o me quemaré vivo.
Carlos corrió al armario y sacó una camiseta gris junto con un jean azul, se puso sus zapatos más casuales y un abrigo ligero.
Se despidió de todos y subió a su auto con la esperanza de encontrar una floristería; no lo resolvía todo, pero era efectivo cuando se trataba de Amina. Todavía recordaba todas las veces que le había regalado y ella lo perdonó... casi de inmediato.
—Tú puedes, vamos Carlos, ¡tú puedes! —Se animó cuando se paró frente a ese enorme edificio con aquel enorme ramo de rosas rojas, cortesía de la información de su cuñado Drake—. A ver si no quiere matarme antes de que