—Mamá, ¿Por qué me llevas a ver a otro señor?, ¿Cuándo voy a conocer a mi papá? — cuestionaba una hermosa niña de cabellos rubios y ojos azul zafiro, a su madre que la miraba a cambio con frialdad.
Ginevra sonrió, su hija era la mejor arma que tenía para recuperar a Lorenzo y dejarle bien en claro a