211 - Persecución.
— Voy a sacarte de aquí — prometió, su voz firme a pesar de la tormenta de emociones que lo atravesaba —. No dejaré que te hagan daño otra vez.
Pero mientras Fabio intentaba ayudar a Guisselle a ponerse de pie, el sonido de un motor rugiendo a lo lejos los alertó. Lorenzo regresaba, y no estaba solo. Fabio vio los faros de otro vehículo acercándose rápidamente. Su mente trabajaba a mil por hora, buscando una salida, una forma de escapar.
— Tenemos que irnos — dijo Fabio, tirando suavemente de Guisselle hacia su auto, pero ella se resistió, sus piernas apenas capaces de sostenerla.
— Fabio, no puedes... No puedes hacer esto — susurró Guisselle, su voz llena de miedo y resignación —. No quiero que te hagan daño por mi culpa.
— ¡No digas tonterías! — respondió Fabio con determinación, mientras la ayudaba a subir al auto —. No te dejaré aquí, no esta vez.
Encendió el motor y dio un volantazo para girar en dirección opuesta, acelerando por el camino polvoriento. Los autos de Lorenzo y su a