Capitulo 1.

Trabajo entregando paquetes a domicilio durante los fines de semana por 4 horas al día. En este tiempo mi hija se queda donde una vecina Sofía, nos hicimos amigas y tiene una hija de su edad, le pago para que la cuide así me siento más tranquila. Durante la semana estudio en la Universidad de Cambridge Psicología, aunque no soy la mejor estudiante me defiendo con el poco tiempo que tengo;realizo mis trabajos y aprendo Ingles con Sofia soy un asco de verdad.

Un sábado cualquiera teníamos más entregas de lo normal y debía quedarme una hora más, fui al baño de mi trabajo y llamé a Sofia y acorde llevarles dulces por lo ocurrido chocolates los adora. Mientras revisaba mis redes, vi que Tom Hiddleston estaría en cuidad o estaba no se sabe con él, es discreto y no usa redes sociales. También vi el I* de Sebastián Orlovschi se veía hermoso estaba en un teatro al parecer, compartía la historia.

Sali del baño y me dirijo a buscar mis paquetes, George mi coordinador me indico los paquetes miré las direcciones y me fui a la moto. Durante el trayecto la primera entrega fue al hospital, algunas agencias y a una escuela de educación primaria. Todo iba tranquilo hasta que note que me faltaba un paquete, era lejos y para mi sorpresa decía TOM SERVAES. No me lo creía, casi voto el paquete al minuto respire profundamente. Me puse mi caso, subí a la moto calmándome mentalmente.

Al llegar al teatro Victoria Palace me perdí en los pasillos, consulté donde estaba el señor Searvaes ya que le traía un paquete. A pesar de que los asistentes odiaron mi inglés logre llegar a un auditorio donde estaba, pero no se veía por la oscuridad.

Tom Searvaes is You. - dije nerviosa. -

Un hombre se dio vuelta, sonrió, pero me fije en sus ojos hermosos verde agua era Sebastián Orlovschi y señalo al frente, no entendí lo que me quiso decir así que solo me dirigí al hombre frente a mí que habla con una mujer morena. Toque el hombro de este apuesto hombre, su perfume ya me tenía cautivada, su piel tan iluminada, pero tenía que guardar mi compostura, aunque olvide mi ingles pésimo de la escuela.

¿Usted es Thomas Searvaes? - se dio vuelta, me observo tomo el paquete tenía en mis manos, hizo una señal de agradecimiento y continuo su conversación con zawe. -

Sali del auditorio guardando de la compostura lo más que pude, encontré un baño en un pasillo, cerré la puerta y grite: Oh dios mío era el, maldita sea, malditos mis nervios.

Al minuto me dije: Tranquila no actúes como fangirl , no actúes como estúpida , eres mejor que eso... tu eres mejor que solo una fan como estos idiotas deben haber pensado. Luego de una respiración profunda, pensar en muchos escenarios posibles.

Encontré la salida del recinto, el hermoso Victoria Palace era un teatro aquí en Londres realmente enorme, casi me pierdo por sus pasillos imposible no admirar sus pinturas ni los actores que vi dentro. Sabía en el fondo que me iba dar un ataque de fan entregar ese paquete. Al salir note a alguien en la salida era Sebastián, ni siquiera le había dado las gracias pensé. Estaba en una acalorada llamada con su novia Alejandra. Termino su llamada y me acerque lentamente a el.

Muchas gracias. - dije. - a lo que él respondió sonriendo. - Fan de Searvaes ¿no es así?

Una parte de mi querida teletransportarse a Latinoamérica, pero debía seguir trabajando, volver a casa con mi hermosa Fiorella. Así que solo sonreí y me dirigí a mi moto. Subiendo a la moto, Sebastián toma mi mano y me mira diciendo.

Te puedo pedir un favor. - lo miro sorprendida. - me llevarías a mi hotel, no me gusta irme con tu ídolo y su noviecita.

Entiendo, sube. - respondí. - me miro sonriendo y me tomo de la cintura al subir.

Durante el camino a su hotel, solo me indico donde era y básicamente fue sentir sus manos sobre mi cintura y su olor cerca. Me pregunté por un momento durante el viaje porque sus perfumes son tan deliciosos, estos hombres les gustan volvernos locas a las fans. Se hospedaban en el Four Seasons, al bajar de mi moto él se despidió y me dijo.

Gustas un café mañana. - asistí con mi cabeza- bien, dame tu celular. - acto seguido tenía su número y el mío.

Se despidió de un beso en la mejilla y entro al hotel. Me puse mi casco y volví a casa confundida pero contenta de que iba tomar un café con Sebastián, supongo que le agradaba o algo por el estilo.

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